Estuco Mármol
La técnica del Estuco Mármol consiste en la imitación de mármoles y jaspes por medio del amasado controlado de sus componentes: escayola, pigmentos y colas naturales.
Su origen es indeterminado, situándolo en Italia y en Alemania, dependiendo de las fuentes. En el S.XVIII, durante el reinado de Carlos III, esta técnica se popularizó en España debido a la prohibición de decorar retablos de iglesias con madera por el alto riesgo de incendio de este material. Este hecho, sumado al elevado valor que requerían los revestimientos en mármol natural, contribuyó en gran medida al auge de esta técnica, que abarataba mucho los costes.
Conforme aumentaba la complejidad y la maestría en las creaciones, la técnica del estuco mármol se convirtió en un lujo que sólo las élites podían pagar, y con ello, en el S.XIX, esta moda ornamental dio paso a unas decoraciones más austeras, perdiéndose poco a poco el interés por esta artesanía.
MATERIALES
A la hora de abordar un proyecto en estuco mármol, es conveniente comenzar elegiendo materiales de primera calidad que garantizarán un trabajo más fino:
LA ESCAYOLA: Existen muchos tipos de escayola en el mercado, sus diferentes características determinarán los resultados finales: la escayola de construcción, más barata, es muy porosa, originando de burbujas que darán lugar a coqueras (huecos en la superficie, que será necesario rellenar); una escayola más dura, de Álamo 70 a Exaduro, de muy buena calidad, necesitan menos agua para el fraguado y deja superficies más regulares, pero elevan considerablemente el precio. Además, su dureza dificulta el lijado o tallado posterior.
LA COLA: se puede utilizar cola de conejo, aunque en los tratados recomiendan el uso de cola fuerte. Ambas se obtienen de la cocción de huesos y cartílagos de animales, pero la naturaleza de esos animales determina su dureza. La función la cola es retrasar el tiempo de fraguado de la escayola para poder manejar las masas durante más tiempo. Se puede añadir cal apagada a la cola madre para evitar la aparición de moho (al ser un producto natural se estropea pasados unos días)
LOS PIGMENTOS: Se utilizan pigmentos (naturales o artificiales) como colorantes líquidos. Es necesario hacer pruebas previas ya que algunos pigmentos pueden acelerar el fraguado de la escayola (esto ocurre en pigmentos terrosos/férricos). También existen discordancias en cuanto al poder de tinción de cada pigmento, que varía según su naturaleza, esto afecta a la cantidad de pigmento necesario para cada masa de color.
PROCEDIMIENTO GENÉRICO
Se preparan las masas de color sobre una superficie lisa (mesa de trabajo) con la ayuda de una paleta de acero o con las manos, mezclando la cola rebajada (el porcentaje dependerá del tiempo de fraguado que necesitemos, es conveniente hacer pruebas de tiempos) con la escayola. Dependiendo del efecto deseado, se puede pigmentar la escayola antes de añadir la cola (esto dará lugar a masas uniformes de color) o añadir poco a poco el pigmento a la masa ya húmeda (obteniendo más texturas en el resultado final)
Se recomienda preparar varias masas de color en gradiente hacia blanco con un sólo pigmento. Esas masas luego se pueden mezclar con otras masas de otros colores.
Una vez están preparadas todas las masas, se procede a mezclar unas con otras en función del tipo de estuco mármol que se pretenda conseguir. Es importante controlar la consistencia de las masas, más líquidas o más secas darán lugar a efectos de color y texturas diferentes.
Con unas masas líquidas se puede formar el grosor de las vetas por medio de presión controlada, las masas preparadas con consistencia semi-seca se reúnen en una bola que se va loncheando con una espátula grande para dejar ver el veteado creado en el interior. Esas lonchas se colocan apretándolas unas contra otras intentando conseguir una coherencia en el dibujo conseguido hasta completar la superficie que queremos cubrir.
Una vez que la escayola ha iniciado el proceso de fraguado, se puede unificar el relieve de la superficie para conseguir un plano regular con un la ayuda de un Berthelet o un cepillo surform. Este paso facilitará de manera notoria el proceso de lijado posterior.
LIJADO
El lijado superficial comienza con el uso de utensilios bastos (como una piedra pómez o lija de grano 80) hasta llegar el lijado fino que dará como resultado un brillo natural. Es importante lijar siempre con un taco para no perder el plano.
Las primeras lijas gruesas harán un desbastado de la superficie rápido, el dibujo de la superficie variará según se vaya lijando en profundidad. Se recomienda un lijado gradual en húmedo, con lija de 80, pasando a 120, 240, 400; lavando frecuentemente la superficie y retirando el exceso de barro sobrante con una esponja. Tras finalizar con la lija de 400, se recomienda utilizar una espátula para dar una lechada de escayola pigmentada muy líquida que tape las posibles coqueras (burbujas) de la superficie.
Una vez fraguada, se continúa el proceso de lijado gradual cambiando a lijas más finas hasta llegar a 5000. Se puede repetir la aplicación de la lechada antes de llegar a la lija de 1000.
ACABADO
En los pasos finales de lijado ya se aprecia el brillo natural que se puede conseguir en una superficie de estuco mármol. Para dar el acabado protector final y saturar el color, se humedece la pieza con aceite de linaza crudo aplicado con un paño durante varios días hasta que ésta chupe todo el aceite. Finalmente se aplica cera (se recomienda una cera dura, de carnauba) y se frota con un paño de algodón hasta conseguir el lustre deseado.
Para profundizar más sobre esta técnica, recomiendo visitar la página estucos.es donde explican paso a paso la técnica del Estuco Mármol, además de otras técnicas análogas.